Antigua Fábrica de Harinas «La Ceres» (Merced 4)

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Se desconoce con certeza el autor del proyecto, pero parece que correspondió al ingeniero madrileño Ramón Grotta y Palacios  y modificado por uno de los hijos del empresario que encarga la obra, el arquitecto recién titulado Federico Ugalde y Echevarría

Data de 1900 y se trata de la primera obra construida en el estado español en hormigón armado sistema Hennebique y de un hito tecnológico en la arquitectura industrial vasca. Por tal motivo está catalogado como Bien Cultural con la categoría de Monumento.

Se trataba de un edificio industrial cuyo uso no sería otro que el de convertirse en una de las fábricas de harina de la familia Ugalde. No es de extrañar pues, que su hijo Federico, recibiera el encargo de idear y dirigir la obra a pesar de su juventud y que se trataba, ésta, de una de sus primeras actuaciones profesionales. Federico de Ugalde fue, en todo caso, un renombrado arquitecto bilbaino y un importante personaje de la vida social de la Villa. A él se deben obras significativas tales como los trabajos realizados para la familia Irala en el barrio que lleva este nombre, así como en diferentes instalaciones de la harinera que esta otra saga bilbaina poseía en aquel barrio (1908-1915).

Hay que destacar el elegante y funcional edificio de la fábrica Ceres diseñado, originariamente, con una fachada, en la práctica, totalmente acristalada. De haberse llevado a efecto, ésta, según ese trazado primitivo, habría constituido un hito más significativo aún, relativo a la modernidad, en la arquitectura bilbaina. La construcción definitiva de la fábrica Ceres, al margen de los aspectos constructivos relativos al proceso de edificación en hormigón, impuso una matización importante en lo que, a la pureza del diseño de la fachada, a la que antes nos hemos referido, hace referencia. Una controlada y contenida interpretación ecléctica, sustituyó a la extraordinaria versión del alzado que había sido proyectada inicialmente.

La obra comprendía, en altura, en el alzado que daba frente al muelle de Marzana, un total de cuatro pisos y un bajo cubierta amansardado además de la correspondiente planta baja. Con posterioridad se ejecutaron otros levantes menos cuidados que han sido eliminados, acertadamente, en la reciente restauración. En base al criterio de una superficie industrial sin obstáculos, la fábrica se resolvía mediante una retícula rectangular de, aproximadamente, entre 4 y 4,5 metros, adaptándose, el perímetro, a las medianerías y a la propia geometría irregular del solar. En fin, en los tiempos actuales, después de un período de decadencia, la fábrica Ceres ha sido recuperada, en el año 2003, por el arquitecto Iñaki Aurrecoechea para, conjuntamente con una edificación colindante, destinarse al uso residencial. La obra, elegantemente resuelta, nos permite contemplar y disfrutar hoy de la imagen de lo que fue La Ceres y comprender el sentido e interés de la misma dentro del patrimonio arquitectónico de Bilbao. (Texto de Elías Mas Serra en el periódico Bilbao)

Captura

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Añadido como edifico colindante en la restauración «en el año 2003, por el arquitecto Iñaki Aurrecoechea para, conjuntamente con una edificación colindante, destinarse al uso residencial»

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